¡Hola a todos! Bueno, ya hemos llegado al final de esta larguísima saga. ¡Cuantísimo tiempo ha pasado! Espero que os haya gustado mucho la historia, el universo "nocturniano" y sus personajes, aunque algunas cosas se hayan quedado en el tintero. Creo que el autor escribió algunas historias cortas de la saga, así que si las encuentro por supuesto que las traduciré, para cerrar totalmente la saga. Espero que os haya gustado muchísimo este último libro, igual o más que el resto y nos vemos en el próximo proyecto: Hit Me, de Lawrence Block. Un beso a todos y gracias!
ONCE
Las
Mejores Historias Siempre Acaban en Boda
La boda acabó siendo
muy divertida y tranquila. Todo salió exactamente como debía, con el Señor de
las Espinas presidiendo la ceremonia en San Judas. No fue un servicio
totalmente tradicional, pero el Señor de las Espinas hizo muy buen trabajo.
Dejó bien claro que nadie se atreviese a separar lo que él había unido. Suzie
llevaba sus pantalones de cuero negro, aunque conseguí convencerle para que se
quitase los cinturones de balas. Porque sería Suzie la Pistolera, Escopeta
Suzie, ahora y siempre. y no permitiría que fuese de otro modo. Estaba
maravillosa; altanera y orgullosa y al fin en paz consigo misma.
Yo llevé el mejor traje
hecho a medida de toda Nocturnia, en vez de mi típica gabardina blanca; porque
si Suzie no iba a ir de blanco, yo tampoco.
Alex fue el padrino y
Cathy la madrina. Alex llevó una versión más elegante de su típica vestimenta
de negro, prescindiendo de las gafas de sol por mí. No estaba muy seguro de lo
que llevó puesto Cathy, pero era muy colorido y estoy seguro de que iba muy a
la moda. Suzie y yo decidimos claramente invitar al mínimo de personas. Chico
Muerto llevaba su habitual abrigo púrpura y Eddie el Navaja un impermeable nuevo y una nube de desodorante. Larry
Olvido con su traje perfecto y Tommy con sus mejores y más finas telas neorrománticas
con volantes. Julien Advent con su atuendo victoriano y su capa de ópera rojo
escarlata, representando a las Autoridades. (El resto mandó sus mejores deseos
y una tetera automática muy bonita. Lo menos que podían hacer ante semejantes
circunstancias). Los Caballeros de Londres mandaron a su representante, Sir
Gareth. Y también aparecieron el Oso Pardo y la Cabra Marina, diciendo que
representaban a Cascada de Sombras. Creo que les gustan las bodas, nada más. El
Oso Pardo se lo pasó pipa durante toda la boda y la Cabra Marina bebió vodka
directamente de la botella, alejada de los demás invitados y canturreando
felizmente. Porque se lo había prometido.
Suzie y yo recordamos
qué teníamos que decir y cuándo; Alex se acordó de los anillos y todo salió
perfecto. Un buen cambio.
Al final, mientras nos
estábamos despidiendo de los invitados, antes de que todos se marchasen a la
recepción del Club de los Aventureros, vi una cara familiar al final de la
iglesia, oculta entre las sombras. Nadie más se dio cuenta. Me disculpé y me
acerqué a hablar con él. Me saludó con educación.
- Hola, John. Espero
que no te importe que me haya presentado tan de improvisto, sin una invitación
oficial.
- Hola, Walker- dije-
Me alegra que al final hayas conseguido venir a mi boda.
Se levantó el bombín al
oír eso.
- No me la habría
perdido por nada del mundo, querido. Enhorabuena a los dos.
- Entonces- dije- ¿No
estás muerto, después de todo? Debí de habérmelo imaginado…
- Ah- dijo Walker- Me
temo que no lo sé. Verás, he venido del Pasado, viajando en el tiempo gracias a
mi Fisura Temporal Portátil. Un oráculo amigo mío me informó de tu boda y
quería estar seguro de no perdérmela. Aunque es bastante probable que no me
acuerde de nada cuando vuelva. Es el precio que se paga por estos saltos tan
repentinos y cortos.
- ¿Sabías cuándo sería
el día exacto de mi boda?
- Soy Walker- dijo
sonriendo- Mi trabajo consiste en saber todo lo que importa.
- Mi trabajo, ahora-
dije.
- Siempre he sabido que
me sucederías- dijo Walker- Nocturnia ya no me necesita; necesita un nuevo tipo
de Walker. Uno como tú. Llevo mucho tiempo entrenándote a escondidas.
- No estoy muy seguro
de querer darte las gracias o no- dije.
Él asintió.
- Nuestra relación
siempre ha sido así, ¿verdad?
- Si es que hemos tenido
alguna.
- Casi siempre sí. Pero
ahora ya puedes cuidarte solo. No estaré ahí para ayudarte.
- ¿Eso es lo que te
parece que has estado haciendo?- dije y los dos nos reímos.
- Sigues teniendo a
Julien Advent- dijo Walker- Tiene buen corazón y la cabeza en su sitio.
- Sí- dije- Aún tengo a
Julien Advent.
- El oráculo me ha
contado que no me queda mucho tiempo. Dime, John. ¿Cómo morí?
- Moriste… siendo tú-
dije- De principio a fin.
- Entonces eso es todo
lo que importa. Bueno, hora de marcharse. Una ceremonia excelente. Mucha
suerte. Probablemente vayas a necesitarla.
- Fuiste tú quien me
mandó la carta de los inmortales, ¿verdad?- dije- Para que fuese al Baile de la
Eternidad a tiempo para el asesinato del Rey de la Piel.
- He hecho ciertos
arreglos por adelantado, sí- dijo Walker- Ha sido mi regalo de bodas para ti.
Creía que merecías un último caso decente para despedirte como investigador
privado. Adiós, John.
- Adiós, Henry.
Sonrió y desapareció.
Se fue sin más. Ése fue su verdadero regalo de bodas, aunque ni siquiera él lo
supiese: la oportunidad de decirle adiós en condiciones.
Volví junto a Suzie.
Todos los demás se estaban yendo ya, camino al buffet y al champán gratis del
Club de los Aventureros, hablando alegremente los unos con los otros mientras
la Cabra Marina cantaba algo a gritos, con alegría, algo totalmente
inapropiado. Suzie se me acercó y se apoyó sobre mí.
- Creo que todo ha ido
bien- dijo pasado un rato- ¿Con quién estabas hablando al fondo?
- Con un viejo amigo de
la familia- dije- ¿Eres feliz, Suzie?
- Sí. No es una
sensación con la que esté familiarizada, pero creo que podría acostumbrarme a
ella. Mientras tú estés conmigo, John.
- Por siempre jamás-
dije- Pero ahora necesito que te ocupes de la recepción tú sola. Hay algo que
tengo que hacer antes.
Me entró la necesidad
de pasearme por las calles de Nocturnia durante un rato. Llevando un traje y no
mi gabardina blanca. Porque ahora soy Walker. Y aunque algunas cosas no cambien
nunca… otras sí.